Abstract:
En este artículo analizo la forma en que la discriminación se trata en las propuestas educativas oficiales y editoriales y en clases escolares vinculadas al área de Formación Ética y Ciudadana. Me centro en algunas cuestiones que impiden el desarrollo de sentidos críticos en la presentación del tema. Hago referencias a la inconsistencia entre la centralidad que la cuestión de la diversidad y la discriminación tiene en los propósitos y objetivos educativos y la forma en que se plantea en los contenidos concretos. Describo los límites de un discurso moral valorativo y prescriptivo, de acuerdo al cual, más que analizarse, la discriminación es objeto de constantes juicios y preceptos. Me refiero también a la articulación entre el enfoque tradicional de las ciencias sociales y el tratamiento del tema. Esto implica su desarrollo de acuerdo a un modelo social que enfatiza la dimensión legal-normativa, oculta los conflictos y desigualdades, aborda las relaciones sociales como resultado de una actitud conciente, enfatiza la referencia a sus manifestaciones individuales, etc. El mandato homogenizador e integrador de la educación argentina, la vigencia en la escuela de nociones excluyentes de las identidades sociales y de concepciones que pretenden que lo social puede aprenderse a partir de la enumeración de las normas y las leyes, hace que la discriminación se perciba como un hecho asocial, la coloca en el lugar de la desviación que, más que explicarse, debe ser juzgada. En definitiva, en los contenidos no se desarrollan demasiados argumentos que desautoricen los fundamentos y expliquen las causas de la discriminación con lo que, en aras de su superación, sólo queda a los maestros enunciar consejos de buena convivencia.