Abstract:
La reacción de los pueblos indígenas de Los Altos de Guatemala a la política social del régimen conservador de Rafael Carrera, particularmente a lo largo de la década de los años cincuenta del siglo XIX, permite establecer que dicha política continuó el proyecto liberal anterior de incluir a los indígenas en la vida cívica de la República mediante la realización de obras públicas diversas en sus pueblos. Tales obras incluyeron la creación de escuelas y promovieron un discurso de "progreso", pero ejercieron una constante e irritante presión fiscal y amenazaron el mando interno de los pueblos. La resistencia indígena se hizo cada vez más fuerte, y desembocó en piques y violencia, no menos que en la aparición de figuras mesiánicas indígenas que parecen marcar con aún mayor contundencia el deseo de restaurar la autonomía que se perdía. Tal autonomía, y no conflictos sobre la tierra en sí, constituía el problema medular de las comunidades. Dentro de un horizonte marcado por antiguos resentimientos pero reforzado por los nuevos roces, los indígenas no estaban dispuestos a abandonarla y recurrirían a la violencia y la movilización mesiánica para lograr sus propósitos.