Abstract:
Desde la pasada década del '90, en simultaneidad con la adopción de un modelo neoliberal, se vienen gestando en el Área Metropolitana de Buenos Aires procesos de transformación urbana entre los cuales ocupa un lugar destacado el surgimiento de conjuntos residenciales con seguridad -denominación genérica- o de urbanizaciones cerradas / privadas -término local-. Estos emprendimientos constituyen productos inmobiliarios parquizados, con amplias viviendas individuales, y separados del entorno mediante la presencia de dispositivos de vigilancia y control de accesos (barreras, muros, alambrados, guardias armados). Indudablemente, el traslado de población hacia estos nuevos espacios ha implicado una novedosa forma de ocupación material y simbólica de los suburbios de nuestra metrópolis. En este artículo, nos interesa avanzar una reflexión sobre ciertas especificidades que reviste el fenómeno en cuestión en la Región Metropolitana de Buenos Aires. Para llevar adelante este propósito general, el desarrollo de las urbanizaciones cerradas en sus diversas modalidades (barrio cerrado, country club y mega-emprendimiento) es analizado como testimonio de dos procesos simultáneos: por un lado, la recualificación de áreas vacantes en base a intervenciones estético-ecenográficas; por otro lado, la periurbanización de sectores medios en espacios alejados de la centralidad porteña y modelados -conflictiva y contradictoria- en torno al urbanismo afinitario. Con vistas a concretar nuestros objetivos, el trabajo se nutre de un trabajo de campo antropológico realizado entre aquellos actores sociales vinculados a la constitución de estas singulares modalidades del habitar: residentes, promotores y funcionarios municipales, de las localidades bonaerenses de Pilar y Tigre