Abstract:
El artículo inscribe el tema carcelario para replantearlo como problema y así sondear las singularidades del caso que en la "grilla del sentido común" y en las opiniones a favor y en contra de los reclamos de los reclusos quedan desdibujadas. Puede pensarse que si el aparato carcelario funciona como un dispositivo de poder, en el sentido foucaultiano del término, las prácticas subjetivas de quienes "habitan" en las cárceles se ven solapadas por los procesos de desubjetivación que se dan en dicha institución, conformando una red que paraliza toda suerte de "posiciones de sujeto". Pero, lo que en el trabajo se intenta mostrar es que "algo hacen los prisioneros" y en ello recae el valor del acontecimiento. La creación del Centro de Estudiantes Universitarios de Devoto (CUD) vuelve visible la actividad subjetiva de los reclusos y la singularidad del caso, desde allí se vierten los reclamos y las resistencias de los sujetos-presos, por lo que este espacio se concibe como legítimo para toda la población carcelaria (a pesar de las heterogeneidades entre los grupos de presos, ya sean comunes, políticos o presos estudiantes). ¿Cómo se percibe la función carcelaria en el imaginario social?; la sociedad ya no espera la rehabilitación de los sujetos en las prisiones sino que éstas, se han convertido en un lugar de "exclusión vitalicia" para quienes no alcanzan el grado de ciudadanos y mucho menos de consumidores, esto acelera aún más el proceso de desubjetivación, por lo que la figura de preso-estudiante como acontecimiento novedoso pone de manifiesto el advenimiento de lo singular.