Abstract:
El artículo propone problematizar la tensión presente en la concepción moderna de la educación y sus fines:por un lado, la educación como medio principal para la formación de un individuo libre, autónomo y reflexivo, capaz de progresar y de competir; por el otro, la educación como principal alternativa para la formación de un ciudadano adaptado, conforme con los legados culturales y normativos que sustentan una determinada identidad cívica, nacional. Dicha tensión es analizada a través de un recorrido por las visiones de distintos autores de la época, según las tradiciones intelectuales a las que responden. En la línea moderna de la individualidad libre, crítica, original y creativa encontramos las propuestas de W. Von Humboldt, J.S. Mill, F. Nietzsche, H. Bergson y J. Dewey. En la óptica de la segunda perspectiva sobre la educación, la que se refiere a una adaptación del individuo socializado acorde con legados establecidos y a una identidad que refiere a una homogeneidad en el imaginario de ciudadanía, se abordan las ideas de J. J. Rousseau y de A. Comte. A su vez, se plantean una serie de reflexiones -derivadas del análisis de dichas propuestas- acerca de la relación entre ética, política y educación ante la muerte de la modernidad