Abstract:
Juan José Saer escribió sobre el desierto algunas de sus novelas: El Entenado, La Ocasión y Las Nubes. En su monotonía, en su uniformidad indistinta, la llanura es paradójicamente el espacio del acontecimiento, el plano abierto de lo posible, la materia infinitamente renovable de relatos que problematizan la percepción, la representación, la memoria y el deseo. Aventurarse por la llanura, cabalgándola o recordándola, implica seguir múltiples líneas de experimentación que se extienden menos en el espacio que en el tiempo -un tiempo que la morosidad narrativa no deja de evidenciar.