Abstract:
En la Castilla del siglo XIII -como en el Occidente medieval- las mujeres no se encontraban aisladas y sus comportamientos se desarrollaban en un ámbito social preciso. De este modo, la sociedad esperaba que quienes llegaban a ser madres lo hicieran en el marco del matrimonio, unión que, además, las introducía en un nuevo grupo familiar, el del esposo. Ellas mismas tenían así la posibilidad de prolongar en el tiempo su memoria -a través de los hijos que trajeran y mantuvieran en este mundo- y con ello, de acrecentar su linaje y expandir sus relaciones de parentesco. Estos elementos, entre otros, llevaron a que la maternidad fuera entendida como una de las principales funciones que la mujer podía desempeñar en la sociedad, función que analizaremos a partir del estudio de la concepción, el embarazo y el nacimiento de los niños.