Abstract:
La práctica de la Adoptio, entendida en el período republicano romano como relación jurídica entre personas sin vinculación de parentesco directo, tomó nuevas formas en la segunda mitad del siglo II a.C. Desde entonces su vertiente jurídica dio paso a una perspectiva política e ideológica que tenía como objetivo directo el fortalecimiento del poder imperial. De las varias adoptiones de la época alto-imperial, la más destacada ha sido la de Trajano, Optimus princeps según la perspectiva presentada por Plinio, el Joven, en el famoso panegírico dirigido hacia el imperator. A lo largo del período bajo-imperial tenemos ejemplos de adoptiones, aunque aquellas, como las de Constantino o Juliano, adquiriesen nuevas connotaciones y fueran denominadas como consortios regni. En nuestra opinión, estas prácticas del ejercicio del poder político se mantuvieron a lo largo de toda la Antigüedad tardía, y se observan, incluso, en el reino hispanovisigodo de Toledo de finales del siglo VI y todo el siglo VII. En este estudio intentaremos analizar las relaciones entre el consortio regnum y la adoptio en el proceso de transmisión del poder en el ámbito dinástico con vistas al fortalecimiento institucional de la realeza y a la reducción de las querellas entre los grupos clánicos hispanovisigodos.