Abstract:
El siglo XIX se cierra para España bajo elsigno de acontecimientos políticamente dramáticos (las guerras de 1895-1898 y la consecuente pérdida de las últimas colonias ultramarinas) y cargado de consecuencias económicas. El colofón que liquidaba los escasos restos del viejo imperio español se traduciría en un auténtico desastre nacional. Sus consecuencias, además de significar la pérdida de importantes recursos, representaron unos costes elevados y la desaparición de unos mercados privilegiados para la agricultura y la industria nacional. Sin embargo, la liquidación del conflicto también dio lugar a un ciclo expansivo de la economía española en los comienzos de la nueva centuria. Para la financiación de aquellos costes hubo de recurrirse a diversas fórmulas combinadas, cuyo grado de aplicación generó, a su vez, nuevas complicaciones en la economía española, de manera especial para la Hacienda pública. Los resultados de la guerra también afectaron las relaciones comerciales de la metrópoli con las antiguas provincias ultramarinas, rompiendo el esquema de preferencias coloniales que se habia intentado implantar en la penúltima década del siglo y culminando un proceso de distanciamiento económico iniciado mucho antes. En este sentido, en el presente artículo se analizan algunos aspectos relevantes de estas consecuencias económicas en los planos hacendístico y comercial, el primero a través del acercamiento a los costes de las guerras, formas de financiación y medidas adoptadas para paliar los problemas resultantes y, por medio de las balanzas del comercio bilateral entre España y Cuba, el segundo de ellos.