Abstract:
En la Eneida, la misión fundacional del héroe esta definida como un condere que implica una pareja indisoluble de acciones: fundar y fecundar. Desde la perspectiva del hombre antiguo, en ambas acciones intervienen un principio activo, masculino, encarnado en el varón, y un principio pasivo, femenino, encarnado en la dupla mujer-reino, que constituye la materia prima sobre la cual actúa el varón. En este marco se propone que, en el universo simbólico del poema, la muerte de los jóvenes comporta una depuración del principio activo imprescindible para el acabado y correcto cumplimiento de la misión fundacional. Esto responde, a su vez, a la vigencia de valores como el principio dinástico y la pureza de sangre, importantes para el régimen augustal.