La primera hipótesis que guía este trabajo sostiene que hacia fines del siglo XIX y
durante las primeras décadas del siglo XX se identifica en Buenos Aires la emergencia y
consolidación de un nuevo grupo de actores sociales que - dentro de aquel sector caracterizado
como clase dominante en la Argentina- se distinguen corno coleccionistas de obras de arte.
Estos nuevos actores surgen en el marco de un proceso de ampliación del consumo suntuario específicamente de obras de artes plásticas- practicado por los miembros de este grupo
socio-económico-cultural radicado en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, los
coleccionistas de arte se diferencian de los meros consumidores artisticos por la relación
inédita que establecen con las obras de arte. Una relación que implica un fin más complejo que
excede el tipico consumo burgués que busca Ja ostentación y, en términos
de Bourdieu, la distinción social. Los coleccionistas orientaron sus adquisiciones en pos de
completar un modelo, un "relato" artístico que guiaba e incluso preexistía a sus compras y que
se encontraba directamente influido por las ideas sobre arte que tenían a su alcance. l)e esta
manera, el coleccionista proyecta para su colección un destino mayor que trasciende la
contemplación privada para obtener un status público que en Buenos Aires se ligó
directamente con la génesis y el estímulo de las instituciones artísticas, fundamentalmente de los museos
bellas artes.
Este punto expone ya parte de nuestra segunda hipótesis, que sostiene que el proceso
de formación del coleccionismo de arte en la Argentina se encontró estrechamente relacionado
con procesos paralelos como la formación del artista profesional, la aparición y consolidación
del mercado de arte, el surgimiento y la afirmación de la práctica de la crítica artística y la
fundación, crecimiento y promoción de las instituciones artísticas públicas y privadas.
Fil. Baldasarre, María Isabel. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.