Esta tesis investiga el ritmo de habla en hispanohablantes que han adquirido el inglés en contexto de instrucción formal, teniendo en cuenta la influencia del español como lengua materna (L1) y la reconfiguración de la interlengua según los lineamientos de la Gramática Universal (GU). A fin de analizar el desarrollo de la interlengua, se consideraron tres características lingüísticas que dan forma al ritmo en las lenguas: el acento principal, la estructura silábica y la reducción vocálica. Al mismo tiempo, se observó cómo el tipo de tarea de elicitación lingüística (lectura, repetición y habla espontánea) afecta la producción del ritmo. Para esto, se realizó un análisis acústico del ritmo en un corpus basado en la producción de 70 informantes en cinco tareas de elicitación lingüística. Los hablantes nativos (n=21) corresponden a informantes del español de la Norpatagonia argentina y a informantes del inglés estándar del sudeste de Inglaterra y del noreste de Estados Unidos. Los hablantes no nativos de inglés (n=49) corresponden a aprendientes de inglés en una universidad de Argentina y a docentes universitarios a cargo de la instrucción formal. El ritmo de los aprendientes se analizó teniendo en cuenta dos variables no estructurales: el nivel de competencia lingüística de los aprendientes (inicial, intermedio y avanzado) y la edad de comienzo de adquisición del inglés como segunda lengua (antes y después de la pubertad). Nuestros resultados indican que las mediciones del ritmo en hablantes nativos permiten diferenciar dos tipologías rítmicas claramente discretas para el español y para el inglés, incluso cuando el ritmo está afectado por diferencias en los acentos, en la composición silábica y en distintos estilos de habla. Con respecto a los no nativos, los datos muestran una reconfiguración de la interlengua cada vez más cercana a los valores del ritmo del inglés, aunque nunca de manera exacta. La cercanía con la L1 está presente en el ritmo no nativoes más evidente en los primeros periodos de adquisición. En cuanto a la edad en la que los aprendientes comenzaron a adquirir el inglés, ésta no presenta efectos significativos, aunque se observa una tendencia de este efecto según el nivel de competencia de los aprendientes. Asimismo, la instrucción formal juega un rol fundamental en la estructuración rítmica de los no nativos, especialmente cuando se cuenta con instrucción reciente y cuando la tarea de elicitación permite que los informantes puedan monitorear su forma de hablar. En síntesis, el análisis acústico de la producción del ritmo nos ha permitido inferir que en la adquisición del ritmo inglés, los hispanohablantes desarrollan una interlengua que se explica en parte por la transferencia de la L1 (o por el acceso a la GU) y por la reestructuración generada por el input de la lengua meta.
Fil: Espinosa, Gonzalo Eduardo. Universidad de Buenos Aires. Facultas de Filosofía y Letras