Una de las nociones principales que Kripke introduce en estas conferencias es la noción de
rigidez, una noción que le sirve a nuestro autor para caracterizar, en principio, un aspecto
del funcionamiento de los nombres que le llama particularmente la atención, y que consiste
en que, al contrario de lo que ocurre con otros términos singulares, los nombres siguen
siempre refiriendo, cuando hablarnos acerca de situaciones posibles y contrafácticas, al
mismo individuo al que refieren en relación a la situación efectiva en la que se habla. Sin embargo, a pesar de la importancia de las consecuencias que se pretende extraer de esta
tess, Kripke no explica muy bien qué quiere decir cuando afirma que los términos de
género natural son rígidos. Seguramente suponía que la noción definida para el caso de los
términos singulares podría aplicarse sin problema a los nuevos términos. Pero dado que los
términos de género natural, tales como 'agua', 'tigre', 'calor', 'caliente', son típicamente
términos generales, no queda muy claro cómo aplicar a su caso las indicaciones de Kripke
en el sentido de que la rigidez caracterizará a una expresión según el modo en que ésta
refiera a un objeto. En particular, no se entiende muy bien cómo habría que aplicar a los
témiinos generales esta noción de referencia o designación de objetos.
Este es el problema general del que se ocupa el presente trabajo.
Fil: Zerbudis, Ezequiel. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.