The development of the so called “Aguada phenomenon” during NW Middle Period launched a process of social complexity in the valliserrana region. Its empirical manifestations had special characteristics according to the historical and particular processes occurred in each area, which allowed the construction of local identities. Each Aguada area showed: a) population growth, evidenced by the amount, scale and functionality of archaeological sites; b) hierarchical pattern of settlements, as much in size as in internal structure, and; c) the use of an iconographical repertoire related to a religious ideology. Considering this evidence, we propose some general considerations about complexity and social organization of societies sharing this phenomenon, particularly those who inhabited the Antinaco valley, in the north of La Rioja province. We consider landscapes as a construction built upon a representation made by each community. Monuments and associated rituals played a vital role in the creation and reproduction of the authority embodied in some wise individuals. Accordingly with these notions, we interpret the architectonical trace of La Cuestecilla site and its surrounding villages, along with the consideration of other materials recovered at the excavated sites.
A partir del desarrollo del fenómeno Aguada durante el Período Medio tuvo lugar un proceso de complejización social en la región valliserrana que se manifestó con características específicas en cada zona, lo cual favoreció la construcción de identidades locales. En todos los ámbitos de la región se evidencia: a) un aumento poblacional que se traduce en la cantidad, escala y funcionalidad de los sitios; b) la presencia de un patrón de instalación jerarquizado, tanto en el tamaño como en la estructuración interna de los asentamientos; y c) el uso de un repertorio iconográfico vinculado a cierta ideología religiosa. Atendiendo a estas evidencias, se realizan algunas consideraciones generales sobre la complejidad y los modos de organización social de las sociedades que formaron parte de este fenómeno y, específicamente, sobre las que habitaron en el Valle de Antinaco, en el norte de la provincia de La Rioja. Se parte de la idea de que los paisajes son el resultado de la representación que cada comunidad hizo de ellos, y que los monumentos y el ritual asociado tuvieron una vital significación en la creación y reproducción de la autoridad de aquellos individuos instruidos en sus saberes. De acuerdo con esto, se analiza la traza arquitectónica del sitio La Cuestecilla y de las Aldeas circundantes, haciendo referencia también a otras materialidades recuperadas en los sitios intervenidos.