Abstract:
La Depresión del río Salado fue habitada durante el Holoceno tardío por sociedades cazadoras-recolectoras-pescadoras y alfareras. Los sitios arqueológicos registrados en esta zona son denominados ―someros‖, ya que los restos materiales se encuentran depositados en los primeros 30 a 40 cm del suelo, donde se ha observado una intensa perturbación por procesos pedogenéticos. Éstos incluyen la bioturbación por raíces y por fauna edáfica, la cual abarca una diversidad de taxones como lombrices, ciempiés y hormigas. Las lombrices son anélidos hermafroditas que se reproducen por apareamiento y nacen de huevos (o cocones). Distintos estudios han constatado que estos invertebrados son importantes agentes bioturbadores, pues continuamente mezclan y desplazan partículas de suelo. Como consecuencia, pueden modificar el contexto arqueológico, al enterrar progresivamente los objetos más grandes y transportar hacia la superficie los más pequeños. Así, la actividad de estos invertebrados puede generar una zona de acumulación subsuperficial (una alineación de piedras o de artefactos) que podría ser confundida con un rasgo cultural. Con el fin de profundizar el conocimiento sobre el accionar de las lombrices en sitios arqueológicos de la microrregión, se desarrollaron experimentos de Tafonomía actualística. Se evalúa la actividad de tres especies de estos invertebrados presentes en la Depresión del río Salado y su posible incidencia como agente perturbador de materiales óseos, líticos y cerámicos. En este trabajo damos a conocer, por un lado, los resultados del experimento que se desarrolló durante dieciocho meses e incluyó restos de armadillo (Dasypus hybridus); y por otro, las observaciones realizadas en los primeros diez meses de experimentación con material lítico y cerámico. Se dispusieron al aire libre tres contenedores transparentes de 36 litros de capacidad y una profundidad de 34 cm. Éstos fueron perforados en los laterales y en la base, donde se colocó una capa de arena de 1 cm de grosor, para asegurar una correcta circulación de aire y un drenaje eficiente. Luego se rellenaron con sedimento extraído del área de investigación, que contenía humus y lombrices pertenecientes por lo menos a tres especies: Amynthas gracilis (familia Megascolecidae), Aporrectodea caliginosa y Eisenia fetida (familia Lumbricidae). En la superficie se colocaron huesos de armadillo, artefactos líticos y fragmentos cerámicos de diversos tamaños. Estos materiales fueron cubiertos por vegetación (indispensable para la alimentación de las lombrices). Por último, los contenedores fueron cubiertos en los laterales con nylon negro (ya que estos anélidos son fotosensibles). Se realizó un control semanal para verificar la humedad del sedimento y la presencia de cubierta vegetal. Además, se registró la aparición de lombrices (posición y profundidad), los rasgos asociados a su actividad y el estado de los materiales (i.e. grado de visibilidad, enterramiento). Luego de dieciocho meses se desmontó el contenedor que incluía los huesos de armadillo, mientras que los otros dos continúan en observación. Se registraron lombrices en los tres contenedores, en diferentes posiciones y a distinta profundidad. La máxima profundidad a la que fue detectada una lombriz fue 19 cm; y los días de lluvia fueron vistas en superficie, enredadas en el tejido metálico superior y bajo la tapa del contenedor. Además, se pudieron apreciar túneles, grumos fecales e incluso un cocón. A partir del cuarto mes, se observaron nódulos de Nitrógeno en superficie. Con respecto a los materiales, los elementos de armadillo se recuperaron -al excavar el contenedor- de la superficie, semi-enterrados y enterrados hasta 5 cm de profundidad. Algunos huesos (como las costillas) se mantuvieron articulados. Al contrario, elementos más pequeños, como las placas dérmicas de la cola, migraron por los laterales del contenedor hacia su base. En cuanto al material lítico, registró cierto hundimiento a partir del séptimo mes; mientras que el material cerámico no mostró mayores cambios. En suma, las observaciones experimentales realizadas apuntan a una mejor comprensión del rol de ciertas especies de lombrices en el sepultamiento y desplazamiento de distintos tipos de material arqueológico. El registro de lombrices y túneles a muy diversas profundidades es coherente con un comportamiento epi-anésico, es decir, estas lombrices habitan en el interior del suelo y ascienden con cierta frecuencia a la superficie. Las diferentes condiciones climáticas de temperatura y humedad incidieron en su grado de actividad. Por otro lado, la presencia de nódulos de Nitrógeno se asocia a la actividad bacteriana.