Traditionally, the remarkable regional aridity that characterized the Mid-Holocene in the Tropical Andes would have generated the abandonment of the region by the human groups. However, paleoenvironmental evidence obtained in some localities indicates that the period presented a high temporal and spatial heterogeneity that would have enabled to sustain the human occupation of the area. In the same manner, in recent years the archaeological signal for the period in the argentinean and the chilean Puna has increased significantly. Due to the new evidence available, it’s essential to understand and mold the spatio-temporal variability of the resources structure available during this period, in order to do an approach to the study of the relations between the environmental conditions and the organizational patterns of the human groups that inhabited the Puna. In this paper, we present the first paleoenvironmental results obtained from the study of a sedimentary sequence located in the Quebrada of Inca Cueva (Puna of Jujuy), based on the analysis of organic matter and carbonate content in 65 sediment samples, spanning ca. 1300 years (7000-5700 years BP). At the same time, this information drove us to re-evaluate the archaeological record from the Mid-Holocene in nearby sites -ie Inca Cave 1, 4 and 7, Alero Pintoscayoc 1, and Alero Tomayoc. The results suggest that Inca Cueva could have been a productive wetland relatively stable during the most part of the analyzed period. These characteristics are consistent with the archaeological evidence, which indicates that the area presented diverse and persistent human occupations during much of the Mid-Holocene. This allows us to hypothesize that Inca Cueva may have functioned as a "resilient" locality, presenting a high potential for human occupation and exploitation, even in hyper-arid periods of the Holocene.
Tradicionalmente, se consideró que la marcada aridez regional que caracterizó al Holoceno Medio en los Andes Tropicales habría generado el abandono de la región por parte de los grupos humanos. Sin embargo, la evidencia paleoambiental obtenida en algunas localidades indica que el período presentó una elevada heterogeneidad temporal y espacial que habría hecho posible sostener la ocupación humana del área. De igual modo, en años recientes se ha incrementado la señal arqueológica para el período en la Puna argentina y chilena. Dada la nueva evidencia disponible, resulta imprescindible comprender y modelar la variabilidad espacio-temporal de la estructura de recursos disponibles para abordar el estudio de las relaciones entre las condiciones ambientales y los patrones organizativos de los grupos humanos que habitaron la Puna a lo largo del Holoceno. En este trabajo presentamos los primeros resultados paleoambientales obtenidos de una secuencia sedimentaria ubicada en la Quebrada de Inca Cueva, en la Puna de Jujuy, a partir del análisis del contenido de materia orgánica y carbonatos en sedimentos en 65 muestras que abarcan un rango temporal de ca. 1300 años (7000 - 5700 años AP). A su vez, esta información nos impulsó a reevaluar el registro arqueológico del Holoceno Medio en sitios cercanos -i.e. Inca Cueva Cueva 1, 4 y 7, Alero Pintoscayoc 1 y Alero Tomayoc. Los resultados apuntan a que la quebrada de Inca Cueva habría exhibido las características de un humedal productivo relativamente estable en el lapso temporal analizado. Dichas características resultan coherentes con la evidencia arqueológica, la cual indica que la quebrada presentó diversas y dilatadas ocupaciones humanas durante gran parte del Holoceno Medio. Esto nos permite postular a modo de hipótesis que Inca Cueva pudo haber funcionado como una localidad “resiliente”, manifestando un potencial elevado para la ocupación y explotación humana, aún en momentos hiperáridos del Holoceno.