Abstract:
Los discursos científico y literario han influido uno en el otro por largo tiempo. Este trabajo trata, en particular, la visión científica del siglo XX proyectada en la obra de Samuel Beckett y propone a dicha obra como ejemplo de "estructura disipativa". Para ello se analiza el terreno encontrado por los científicos hacia fines del siglo XIX y cómo, en lugar de hallar el orden en el cosmos, el siglo XX halló el caos. Sí, como asegura Prigogine, "lejos del equilibrio la materia puede ver", el caos llevaría en sí la semilla de la creación, más aún de la auto-complejización de una obra, asegurando así que para esa obra no rija el segundo principio de la termodinámica.