Burchard fue obispo de Worms entre los años 1000 y 1025. Además de su obra escrita que incluye la colección canónica Decretum y la Lex familiae Wormatiensis ecclesiae. El obispo es reconocido y recordado aún hoy como liberador de la ciudad. Esto se relaciona con la veta política de su episcopado: a las funciones meramente eclesiásticas, se le deben sumar las responsabilidades derivadas de su conexión con las altas esferas del poder imperial. Estas relaciones estrechas le proporcionaron ciertos beneficios: como resultado de su apoyo a la candidatura de Heinrich II como rey, recibió en retribución la eliminación de su enemigo político al interior de la ciudad, el duque Otto von Kärnten, quien debió abandonar su burgo. Los sucesos se encuentran relatados en la Vita Burchardi y también comentados por el cronista contemporáneo Thietmar de Merseburg. En la Vita se cuentan las vicisitudes del conflicto con el duque Otto y la liberación de la ciudad de su dominio. A la exaltación de la figura de Burchard corresponde la detracción del duque. Se enfatiza tanto el estado deplorable en el que el obispo encontrara Worms a su llegada para asumir su cargo -caracterizada por la desolación y la violencia cotidiana-, como las acciones del poder episcopal en función de recuperar cierta normalidad para la vida citadina. Como resultado de éstas, la liberación de la ciudad lograda tiene su máxima expresión simbólica en la frase ob libertatem civitatis, grabada sobre la basílica St. Paul, construida con los materiales del burgo de Otto, destruido luego de su retirada.
Fil: Neyra, Andrea Vanina. CONICET; Argentina.