La historia de las comunidades judías a lo largo de la Antigüedad tardía es difícil de reconstruir por varios motivos. En primer término, exceptuando dos textos anónimos de escaso valor heurístico, no existen fuentes directas producidas por judíos, más allá de la epigrafía. Ésta, por su parte, si bien valiosa, no habilita una profundización en la temática. Por otro lado, la pobreza del registro arqueológico identificado como judío (v.g. sinagogas) no ofrece soluciones. De este modo, existe una clara dependencia de registros textuales de origen cristiano, hecho que genera dos modos de acercamiento a la problemática judía. En primer término, es posible rastrear las imágenes de los judíos presentes en el entramado discursivo cristiano. Tales constructos poco aportan sobre el referente real -los judíos contemporáneos al momento de producción del texto- pero permiten extraer un imaginario creado desde la Iglesia, cuyos efectos sobre la población, a su vez, deben ser calibrados por el historiador con sumo cuidado. En segundo lugar, algunas fuentes logran reflejar parte de la realidad de los judíos, hecho que permite un acercamiento menos sesgado por los topoi de la literatura Aduersus ludaeos. En este trabajo se realizan ambas operatorias sobre los corpora heuristicos de Agustín de Hipona y de Gregorio Magno. Se coloca especial énfasis en la doctrina agustiniana de los testes ueritatis, la cual, producida desde la necesidad de explicar la continuidad del judaísmo, sentó bases que permitieron racionalizar su existencia desde el punto de vista teológico y rechazar acciones violentas contra los seguidores de la religión matriz.
Fil: Laham Cohen, Rodrigo. Universidad de Buenos Aires.
Fil: Laham Cohen, Rodrigo. CONICET; Argentina.