El periodo que se desarrolla entre fines del siglo III y comienzos del VI, unos 200 años, es muy extenso, también para una institución milenaria como fue el senado romano; pero este espectro cronológico es útil si se quiere dar cuenta de una vicisitud que presenta trazas de continuidad de transformación profundas (y también de ruptura) que no son fácilmente individualizables través de un análisis de tiempos breves eventos singulares. La relación entre religión y política, en particular, sufrió una transformación radical, por la llegada del cristianismo, que produce una visión del rol de la religión en la vida pública y en la mentalidad colectiva individual, bastante distinta de la que había caracterizado al Imperio politeísta pagano. Es necesario reflexionar sobre las características del senado tardoantiguo como institución, del ordo senatorial como grupo definido por el status, pero con múltiples connotaciones de orden político, social y económico.
Fil: Clemente, Guido. Università degli Studi di Firenze; Italia.