Partimos de la pregunta por cómo el Estado administra al ambiente en tanto común. Nos enfocamos en una política particular, el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN), específicamente en cómo se realizó y revisó el mismo en la provincia de Río Negro. La hipótesis, siguiendo una línea foucaultiana, es que el mapa de dicho ordenamiento es instrumento, y no mera representación, de un cálculo de intereses propio de la gubernamentalidad neoliberal, a partir del cual se construye un común que es presentado como resultado de un consenso. El cálculo se presenta como garantía del consenso, constituyendo la cartografía, más específicamente los Sistemas de Información Geográfica, su condición de posibilidad. Mostramos que si bien el OTBN efectivamente funciona como dispositivo de seguridad (de cálculo), también tiene un potencial democratizador que podría subvertir el efecto despolitizante del consenso, siempre y cuando la participación social no se vea reducida a las variables de un cálculo.
Fil: Casalderrey Zapata, María Constanza. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.