Las hipótesis de esta tesis sostienen que entre las décadas de 1860 y 1920, la arqueología en Argentina generó un cuerpo de evidencias para discutir el problema de la antigüedad del hombre a partir de la transformación de los materiales encontrados en los terrenos y en las colecciones de particulares y de museos en dispositivos visuales que circularon en el campo científico local e internacional, así como en otros campos sociales. Los mecanismos que participaron en la constitución de esas evidencias incluyeron aspectos visuales, asociados a la producción y circulación de imágenes impresas y al desarrollo de estrategias para aprender a ver y a mostrar su condición de tal. Esos procesos de transformación, intelectuales, visuales y materiales, estuvieron condicionados por las posibilidades técnicas y el lenguaje propio de la ilustración, el grabado y la fotografía. Su creación y uso impactó en las prácticas de trabajo en arqueología y en su popularización.
Fil: Simón, Cecilia. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.