Abstract:
La tesis de licenciatura tiene como objeto el ciclo de revoluciones de los emigrados porteños entre 1854 y 1856, centrándose en el intento de julio de 1855, dentro del contexto de la década de la "secesión". El objetivo principal es contribuir a la comprensión de la densidad política de esos años, incluyendo los conflictos internos, las discusiones y las alternativas a la alianza gobernante. Esto implica reconstruir una coyuntura política en la que el panorama no estaba claro para los actores protagonistas, a partir del estudio de esta empresa fallida. La hipótesis de trabajo principal es que, aun en 1855, la situación política bonaerense era incierta y dinámica debido a factores de política interna. Se destacan tres razones: la persistencia de redes políticas federales en la provincia con capacidad de movilizar recursos, la vigencia del federalismo rosista como identidad en algunos ámbitos de las clases subalternas, y las disputas internas que complicaban la cohesión de la alianza gobernante y enrarecían el clima político. La metodología se basa en la reconstrucción detallada de la intentona revolucionaria. La información central proviene de seis expedientes judiciales abiertos en la justicia criminal bonaerense como respuesta al intento de julio de 1855. El uso de fuentes judiciales permite abordar los problemas cotidianos y las formas de intervención política de sujetos mayormente iletrados. Estas fuentes se complementan con el estudio de los principales periódicos porteños de la época, como "El Nacional" y "La Tribuna".
Las conclusiones afirman que la situación política bonaerense era efectivamente incierta y dinámica en 1855. El movimiento demostró una amplitud considerable en cuanto a actores y extensión territorial, persistiendo núcleos federales a lo largo de la provincia. Aunque los líderes, como José María Flores y Ramón Bustos, usaron un discurso público federal, institucionalista y antirosista para buscar la unión nacional, el federalismo rosista mantenía su vigencia como identidad, evidenciado por el uso de la divisa punzó en octubre y la aparición de tópicos anti-elites y de fidelidad personal a Rosas entre los actores populares. El fracaso de la revolución fue rotundo, explicado por su debilidad organizativa y las múltiples filtraciones y delaciones que permitieron al gobierno actuar con velocidad. La política de escarmiento adoptada por el gobierno, que culminó con el fusilamiento de Costa y Bustos en enero de 1856, puso fin a este ciclo de intentonas, obligando a los sectores federales a organizarse en una opción electoral. La investigación subraya el carácter contingente de la coyuntura política.