Abstract:
Esta tesis investiga la institucionalización del "Instituto Espacio para la Memoria" (IEM) como una política pública de memoria, utilizándolo como caso de estudio para analizar la compleja relación entre los movimientos sociales y el Estado. El trabajo desafía los enfoques normativos y dicotómicos que enmarcan esta relación simplemente en términos de cooptación versus autonomía. En su lugar, la hipótesis central es que la frontera entre el "Estado" y la "sociedad civil" es una construcción social, y que categorías nativas como "autonomía" y "politización" son conceptos ambiguos y polisémicos movilizados dinámicamente por los actores involucrados.
El objetivo general es analizar el proceso social de institucionalización de una política de memoria examinando la creación (2002) y la disolución (2014) del IEM, centrándose en las acciones y discursos de los actores sociales. Los objetivos específicos son: 1) identificar las posiciones en conflicto y sus justificaciones morales en ambos momentos; 2) explicar cómo los actores movilizan las categorías de autonomía y politización/partidización; y 3) identificar los contextos en los que se reproduce la frontera Estado/sociedad civil.
La investigación se basa en una perspectiva antropológica y etnográfica. Un elemento clave es la posición de la autora como ex trabajadora del IEM (2011-2014), delegada gremial y familiar de desaparecidos, lo que le proporcionó un acceso privilegiado al campo. La metodología combina los recuerdos reconstruidos de la autora como datos etnográficos con una reconstrucción histórica basada en diversas fuentes, como actas legislativas, comunicados de prensa, documentos públicos y entrevistas con actores clave. La disolución del IEM se analiza como un "drama social", un momento que revela claramente los conflictos y las visiones del mundo subyacentes.
La tesis concluye que categorías como "Estado" y "movimientos sociales" no son entidades fijas, sino que son construidas socialmente por actores que a menudo circulan entre ambas esferas. La frontera entre ellas se produce y reproduce activamente para legitimar diferentes posiciones. Durante la creación del IEM en 2 Esto demuestra que la relación entre el Estado y los movimientos de derechos humanos no es estática, sino un espacio tenso y dinámico de negociación.