Ya habíamos insinuado, en nuestro programa para el estudio del
Barroco, que el interrogante perseguido versaba sobre la modernidad. En
este sentido, lo propuesto era como una radiografía del embrión. A partir
de él, casi una excusa, se apuntaba a un tema mayor con pretensiones
autobiográficas. Después de todo, si penetrábamos en la modernidad, era
como para tomar conciencia y reflexionar sobre lo que habíamos sido
hasta hace poco, aunque esto implicara despegarse de los enunciados y de
las aguas claras de la superficie.
Fil:Castellán, Ángel. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Historia Antigua y Medieval “José Luis Romero”; Argentina.