Fil: Tursi, Antonio Domingo. Universidad de Buenos Aires; Argentina.
Severino Boecio, al igual que otros intelectuales contemporáneos suyos como Enodio y Casiodoro, confió en que bajo el régimen de Teodorico habría nuevamente un renacimiento cultural en Italia después de un período de barbarie y trabajó para ello. Los tres dedicaron panegíricos al rey formado en la cultura bizantina y participaron en la tensa política godo-romana y en las relaciones entre la Iglesia y el poder político-militar. Boecio, además, como lo hicieron en otros ámbitos del
saber Prisciano en gramática y Ántimo en medicina, se propuso una nueva translatio studiorum: superar el obstáculo lingüístico con un amplio y desafiante programa de adaptaciones de obras científicas que rellenan el espectro de las artes liberales, con las alabanzas, según el testimonio de Casiodoro, del mismo Teodorico: «Aprendimos, le escribe el rey a Boecio, gracias a tu gran erudición el alimento al punto de que las artes, en las que se ejercitan vulgarmente los ignorantes, tú las has bebido en la fuente misma de las disciplinas. Por cierto, introdujiste las escuelas de los
atenienses con gran dedicación, uniste la toga al palio al punto de que hiciste que los dogmas de los griegos sean doctrina romana (Graecorum dogmata doctrinam esse romanam). Enseñaste, en efecto, con qué profundidad se debe asir la especulativa con sus partes, con qué medida se debe aprender la activa con su división, al traer a los senadores romúleos todo lo que los cecrópidas habían hecho con singular elegancia.