Arqueología y reflexión sobre la extensión universitaria: diferentes experiencias

Abstract

Reflexionamos sobre las actividades de extensión que nuestro equipo de Arqueología viene realizando desde hace más de tres décadas en espacios de educación formal y no formal de las localidades de la microrregión del río Salado (Chascomús, San Miguel de Monte, Lobos, Lezama, General Belgrano y General Paz). Nuestro trabajo de investigación y extensión se enmarca en el Instituto de Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras, UBA, y, en la última década adquirió mayor visibilidad en sintonía con las políticas de extensión desarrolladas con intensidad desde las universidades nacionales. En el marco de estas políticas universitarias, se impulsaron las acciones de transferencia, comunicación pública y extensión a distintos sectores de la comunidad, educativos y/o productivos. Particularmente en Arqueología, la inclusión de proyectos de extensión que recuperan el pasado indígena prehispánico se desplegó en un clima de crítica de los modelos hegemónicos sobre la alteridad vigente desde fines del siglo XIX en el ámbito político, cultural y educativo. A partir de la década de 1980, en un clima de discusión internacional y nacional, las revisiones críticas del modelo hegemónico dieron paso, en el plano discursivo, a un modelo de heterogeneidad cultural. En este contexto, los conocimientos arqueológicos adquirieron relevancia para dar cuenta de la diversidad pasada y presente. Nuestro punto de partida es que la extensión no puede reducirse a la transferencia de resultados de investigación porque conlleva la elaboración de contenidos en conjunto con actores de las comunidades en las que se desarrollan las investigaciones. Por ello su desarrollo implica reflexionar sobre las necesidades y los saberes de los colectivos sociales involucrados. En el caso de las localidades de la microrregión existen abundantes materiales arqueológicos asociados con la historia indígena que se encuentran en ámbitos rurales, forman parte de colecciones privadas y públicas, se exponen en los museos locales y son objeto de análisis en el campo de la Arqueología. Los mismos documentan una amplia y diversa historia regional que por largo tiempo fue desconocida en los discursos oficiales de la historia de la provincia de Buenos Aires. Estas omisiones promovieron la construcción de una identidad asociada al avance del poblamiento hispano a fines del siglo XVIII, excluyendo de las narrativas históricas a las poblaciones anteriores. Frente a esta situación, el objetivo general que guía nuestras acciones de extensión es contribuir a la discusión sobre la complejidad y diversidad cultural de los procesos del poblamiento prehispánico en la región. Ensayamos múltiples acciones que involucraron diferentes dispositivos de intervención y diversos destinatarios, propiciando la interacción entre instituciones y actores locales: acompañamiento a museos locales para el diseño y renovación de exposiciones museográficas; desarrollo de un programa de experimentación con ceramistas locales a partir del cual se produjeron réplicas de cerámica arqueológica que actualmente son utilizadas en los servicios educativos del Museo Municipal Pampeano de Chascomús; organización de jornadas arqueológicas abiertas a la comunidad con participación de personas vinculadas con la gestión del turismo y la cultura; dictado de talleres y actividades de extensión educativa, propuestas de actualización curricular para docentes, actividades en medios masivos locales, publicaciones específicas de divulgación en formatos impresos y en entornos virtuales. Estas acciones fueron pensadas para formar parte de una estrategia tendiente a fomentar la valoración y resignificación local de la diversidad y complejidad cultural representada por una profundidad temporal de por lo menos 2.400 años de historia. Se abordan así, una serie de categorías sociales (cazador- recolector-pescador, tiempo y espacio, cultura, tecnología, relación pasado-presente) transversales a la organización de contenidos en diferentes niveles educativos. El eje de estas propuestas asume que los objetos arqueológicos en la actualidad son la base para la construcción de una serie de representaciones en torno al pasado cuya definición es disputada por diferentes actores en el marco de variadas prácticas sociales. Los ámbitos involucrados en cada una de nuestras propuestas de intervención (medios masivos, museos locales, escuelas urbanas y rurales, bibliotecas populares, escuelas de artesanos, entre otros) convocan diferentes actores y organizan un marco de interacción en el que se ponen en juego saberes e intereses diferenciales. De este modo se fueron organizando relatos arqueológicos con lógicas de organización propias cuya forma -contenido, enfoque y estructura- posibilitaron en diferente medida que dichas posturas se articulen como instancias de producción de conocimiento. Principalmente, estas acciones posibilitaron generar vinculaciones entre las instituciones académicas y las instituciones relacionadas con la gestión de la cultura y la historia de los municipios (principalmente museos locales, bibliotecas populares, grupos de artesanos y escuelas urbanas y rurales). También se establecieron redes con actores específicos de las localidades de la microrregión, lo que permitió diseñar proyectos de comunicación e intercambio a través de la cooperación y planificación conjunta. Por otro lado, en el marco del impulso de la actividad turística en estas localidades bonaerenses desde fines de la década de 1990, la información y los materiales arqueológicos comenzaron a ser resignificados en términos de recurso turístico. En una visión de conjunto, observamos efectos contradictorios en nuestra búsqueda de generar herramientas para favorecer el uso público y local de los resultados de nuestras investigaciones. Mientras que, por un lado, en algunos casos se posibilitó que diferentes actores otorgaran a los objetos y al conocimiento arqueológico, valores simbólicos, turísticos y patrimoniales. En otros casos, los materiales arqueológicos fueron abordados exclusivamente como ?objetos científicos? en detrimento de su valor histórico y simbólico. A partir de estas observaciones, entendemos que es necesario integrar las diferentes acciones en una estrategia amplia y sostenida en el tiempo. La continuidad en el compromiso asumido es lo que nos permitió y nos permite participar en un diálogo amplio entre diferentes actores locales y miembros del equipo. Subrayamos la reflexividad como herramienta teórica ineludible en la tarea de extensión. A partir del proceso reflexivo es posible reconocer tensiones, aciertos y desaciertos del contexto social en el que se produce y circula el conocimiento. Por todo esto, nuestro foco está puesto no sólo en el objeto de extensión sino fundamentalmente en los procesos relacionales que despliega dicha actividad.