Abstract:
Este trabajo pretende poner en crisis la idea generalizada de que las mujeres sólo han sido víctimas o, en el peor de los casos, testigos aquiescentes, cómplices pasivas de la violencia de la última dictadura militar argentina. Según la autora, la cultura en general y el teatro en particular reproducen esta idea al omitir el protagonismo femenino en dichas prácticas represivas. Para ello, la autora focaliza su análisis en tres obras de Eduardo Pavlovsky: El señor Galíndez, Tercero incluido y Potestad.