Abstract:
La Argentina, como los Estados Unidos, es tierra apta para la Road Movie,
preguntenle si no a Soriano. Grandes espacios abiertos, largas cintas de asfalto: el
destino que llama a la intemperie, que obliga a jugarse al descampado. No toda historia
on the road es necesariamente una desgracia, puede ser también un acto de liberación:
Vamos a la ruta! dice la canción, como quien desea escapar de todo, dejándolo atrás. Sin
embargo, las últimas llamadas “a la ruta” en la Argentina no son precisamente de este
tipo ni con este ánimo. Abandonados a su suerte, los trabajadores de Cutral Có y
Tartagal, si no inventaron, popularizaron una metodología que fue retomada luego en
muchos otros lugares: el corte de ruta. El héroe no busca escaparse ni su periplo consiste
en una travesía: los demás deberán venir a él. La esencia del corte es llamar la atención
primero, provocar la crisis, después: no pasás hasta que no venga alguien y ofrezca algo.