Esta glosa a la “Biblioteca de Apolodoro" es el resultado de las dificultades surgidas en su primera versión a la lengua castellana, en cuyo idioma
se ha tratado de conservar la morfología primitiva cuanto ha sido posible,
ajustando la traducción al texto original. En algunos casos y por adaptarse mejor a su similar griego se ha preferido usar vocablos del castellano
antiguo para no cambiar el giro impreso por su autor, probablemente
ateniense
del siglo
II de
C.
Fil: Fraboschi, Azucena M. de. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Historia Antigua y Medieval “José Luis Romero”; Argentina.