Motivos
diversos
solicitan nuestra
atención
en torno
a la figura
histórica de Eneas Silvio Piecolomini, hombre cabal, tanto en la hurgante
inquietud del hombre de letras, como en la serenidad misionera de la Cátedra Apostólica.
Tiempos de Cruzada, éstos también, en que un nuevo bárbaro presiona nucstras fronteras, invitándonos a recordar el ejemplo de quien persiguió durante su vida metas claras y definidas.
Las circunstancias históricas aceptan tradicionalmente esfumadas
semejanzas, pero no se pliegan con facilidad al paradigma que intentamos proyectar en el tiempo. No obstante, ciertos motivos de fondo, permiten obrar en el espíritu alerta aquella útil reviviscencia que señalara
Croce, como esencia misma del pensar histórico, y desde este punto de
vista, resulta evidente que el magisterio del docto Pío II puede alcanzar en nosotros aleccionadoras resonancias.
Fil: Castellán, Ángel A.. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Historia Antigua y Medieval “José Luis Romero”; Argentina.