Una visión poco idílica de la historia, cual corresponde al momento en que vivimos, puede comprender mejor consecuencias de lo ocurrido
a lispania central a finales del siglo 1 a. C. y centuria siguiente. Cuando el viajero sale de Madrid, todavía hoy, en cuanto pasa el cinturón industrial o las viviendas y restoranes más o menos lujosos que se extienden en ciertas direcciones, se mete en vastos desiertos. Ello es explicable en la parte norte por la natural pobreza de la sierra granítica y las tierras altas, pero los valles del Tajo y sus afluentes y la cuenca del Guadiana y toda la Mancha, la macchia o maquis, con sus trozos de monte desierto, reflejan todavía a los ojos del historiador las huellas de guerras destructoras.
Fil: Tovar, Antonio. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Historia Antigua y Medieval “José Luis Romero”; Argentina.