En el estudio para la formación de la Ciudad-Estado dentro del
mundo itálico se han seguido dos procesos: la dispersión desde un centro
ya formado por evolución
(con prescindencia de su
natural a partir de conglomerados primarios
origen étnico), origen a su vez de centros
similares y en algunos casos, por condiciones cireunstanciales, metrópolis
de ligas; o el de asentamientos de diversos núcleos ya evolucionados o
estructurados como tales antes de su penetración en la Península y que
por diversas razones, ya sea de supervivencia material o por atajo defensivo, han proyectado las propias estructuras en la ciudad a la que han
dado origen. En el primer caso, los hombres que cumplían la función
de Magistrados y que estaban a la cabeza de su centro, habrían implantado en los territorios conquistados sus propias magistraturas con idénticas
funciones.
Fil: Millán Méndez de Fraboschi, Azucena. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Historia Antigua y Medieval “José Luis Romero”; Argentina.