Abstract:
En sus modos de dar cuenta del avance extractivista, el despojo territorial y el exterminio del mundo ayoreo, La memoria del monte (2018) y EAMI (2022), de la directora paraguaya Paz Encina, proponen una estética de la memoria que dialoga con la cosmovisión y la concepción del espacio de esa comunidad. El trabajo de memoria asume aquí una cosmopolítica que redefine las relaciones entre humanos y más que humanos en un territorio determinado. A partir de estudios sobre nuevos materialismos, las reflexiones sobre ontologías amerindias y la antropología del sonido este ensayo busca discutir sobre los modos en que los ejercicios de Paz Encina rearticulan el orden de lo sensible para incluir la expresividad y la agencia de lo “más que humano”. En este sentido, me interesa analizar cómo el trabajo sonoro pone en escena un materialismo vibrante de un mundo que “se hace escuchar” y permite no solo transmitir una memoria del territorio en proceso de destrucción, sino que traduce en términos aurales un modo de experimentar la continuidad entre el bosque como espacio geográfico y el bosque como una multiplicidad ontológica repleta de relaciones, perspectivas y temporalidades.