El capítulo ocho del Sophismata de John Buridan es un conocido y heroico intento de tratar los problemas de las proposiciones que son paradójicas debido a la auto-referencia. En medio de su discusión de tales proposiciones (discusión que incluye la famosa ‘paradoja del mentiroso’), encontramos el sofisma 4, la proposición “Yo digo que un hombre es un burro”. La pregunta es si una persona que pronuncia esa proposición dice algo verdadero o algo falso. Buridán parece llegar exactamente a la conclusión equivocada sobre la solución de este sofisma, y es un poco desconcertante el por qué. La respuesta es que su propia teoría de proposiciones lo invitó a deslizarse entre dos interpretaciones del sofisma.
John Buridan’s Sophismata chapter eight is a well-known and heroic attempt to deal with the problems of propositions that are paradoxical because of self-reference. In the midst of his discussion of such propositions (discussion which includes the famous “liar” paradox), we find sophisma 4, the proposition ‘I say that a man is a donkey’. The question is whether a person uttering that proposition says something true or something false. Buridan seems to come to exactly the wrong conclusion about the solution to this sophisma, and it is a bit of a puzzle why. The answer is that his own theory of propositions invited him to slip back and forth between two interpretations of the sophisma.