Fil: Di Lascio, María Gabriela. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.
La pregunta sobre la buena enseñanza está presente en la investigación
educativa desde sus inicios. Particularmente en el contexto que vivimos, con la
explosión forzada de la educación a distancia a causa de la crisis sanitaria
mundial por el COVID-19, este trabajo adquiere mayor relevancia al preguntarse
sobre la buena enseñanza contextualizada en la modalidad virtual.
Esta investigación versa sobre las buenas prácticas en la formación docente en
una línea de innovación pedagógica como es el aprendizaje-servicio.
Comenzamos planteándonos una pregunta central de la investigación: ¿Hay
rasgos propios de la lógica de la pedagogía del aprendizaje-servicio que se
transparentan en las propuestas de formación a distancia destinadas a
educadores?
A través de esta investigación comparada entre 3 instituciones que brindan
formación a docentes en dicha pedagogía, generamos algunas categorías para
poder dar un aporte a la innovación didáctica desde el campo de la tecnología
educativa en pos de la coherencia conceptual y metodológica.
Los rasgos de estas propuestas nos llevan a poder analizar el potencial que hay
en la generación de itinerarios de formación en los cuales se evalúen los
elementos didácticos que los componen, buscando lograr la mayor coherencia
entre la propuesta educativa (metodología) y las bases teóricas de la propia
propuesta pedagógica (teoría) que es contenido del curso.
Se trata de una formación conceptualmente sólida, con espacios de
participación protagónica, de definición por parte de los participantes, con
espacios de evaluación, de reflexión y de análisis constantes, con la mirada en la
realidad concreta de cada uno, con miras a la transformación social junto con
otros.
Este trabajo nos muestra el potencial que tiene revisar nuestras propuestas a la luz
de la coherencia didáctica, a través de la cual se aprende “a dos bandas”:
desde el contenido y desde la experiencia realizada en el itinerario de formación
ofrecido.
En este marco, podemos afirmar que la tecnología puede acompañar, potenciar
e incluso ser el vehículo adecuado para la experiencia de la pedagogía de la
solidaridad.