El presente artículo analiza las políticas orientadas a regular la circulación de los libros escolares en un espacio hasta el momento desatendido: la zona rural de la provincia de Santa Fe (Argentina) hacia la década de 1870. Así, se apunta a reconocer el surgimiento de políticas provenientes de ciertos sectores del Estado (provincial y local) tendientes a regular las prácticas letradas en ese ámbito educativo. Se atenderá particularmente al rol de la iglesia católica en ese proceso, en un renovado contexto de creciente organización de la enseñanza pública y de profesionalización de la tarea pedagógica. El interés estará puesto, también, en observar la escasa correlación que había entre esas políticas y las prácticas efectivas. La gestión educativa aún descentralizada, sumada a la inestabilidad de maestros y escuelas propia del espacio rural de entonces, más las dificultades económicas y logísticas fueron factores que incidieron notablemente en el modo en que efectivamente se materializó la lectura escolar.
This article analyzes the policies aimed at regulating the circulation of school books
in a hitherto neglected area: The rural area of the province of Santa Fe (Argentina)
around the 1870s. Thus, the aim is to recognize the emergence of policies from certain sectors of the State (provincial and local) aimed at regulating literacy practices
in this educational environment. Particular attention will be paid to the role of the
Catholic Church in this process, in a renewed context of growing organization of
public education and professionalization of the pedagogical task. The focus will also
be on the scarce correlation that existed between these policies and effective practices.
The still decentralized educational management, added to the instability of teachers
and schools typical of the rural area at that time, plus the economic and logistical
difficulties were factors that had a significant impact on the way in which school
reading actually materialized.