Abstract:
Este artículo analiza problemáticas vinculadas a la constitución del público en la Argentina de mediados del siglo XIX, considerando las representaciones y las prácticas de la lectura. En el discurso de los intelectuales románticos el público emerge como una instancia conflictiva: a menudo de existencia incierta o bien indiferente a la prédica de los escritores que esperan adoctrinarlo en las 'nuevas modas' culturales y políticas del momento. En ese marco surge la reflexión y el entusiasmo por la figura de la 'lectora romántica', la cual se presenta como modelo deseable de una sociedad republicana, civilizada y democrática. Así lo evidencian los artículos de Alberdi y Sarmiento en los años 40 y 50, en semanarios como La Moda (Buenos Aires), El Iniciador (Montevideo) o El Progreso, El Nacional y el Mercurio (de Chile), los cuales sirven de fuentes para el análisis y la profundización de estas cuestiones. Al mismo tiempo, este artículo intenta definir también cuáles eran los autores y los libros consumidos (y discutidos) por la elite intelectual porteña -antes y durante la conyuntura del rosismo-, prestando una particular atención a la circulación y el auge de la novela de corte historicista, género considerado propicio y recomendable para las mujeres.