El trabajo de campo antropológico está inserto en la práctica arqueológica que los integrantes de los diferentes equipos de investigación llevan adelante. Si bien esta relación entre antropología y arqueología tiene muchos matices según las distintas regiones de estudio y problemáticas socio-históricas, no cabe duda de que las experiencias interactivas con el entorno social local juegan un rol de colaboración fundamental para la producción de conocimientos (Boixadós y Ratto 2015; Ratto 2015). La inserción de los arqueólogos en los medios locales no es lineal y muchas veces está signada por prácticas previas, propias de otros momentos de la disciplina, donde las intervenciones fueron "extractivas", en general sin ningún tipo de documentación ni registro, y las piezas, tomadas de contextos principalmente funerarios, se trasladaron a museos muy distantes de sus áreas de proveniencia o sencillamente se desconoce su destino (Ratto 2013, 2015). Esta situación provocó la desvalorización cultural e histórica (no comercial) de esos objetos. Sin embargo, siempre existen excepciones y aquí presentamos una de ellas. Nos referimos a la Colección de Osvaldo Pereira, poblador de Saujil, quien cuenta con abundantes materiales arqueológicos recuperados en recolecciones y excavaciones asistemáticas dentro del ejido de Saujil o en su periferia inmediata. Sus hallazgos, a veces intencionales y otras fortuitos, nunca tuvieron fines comerciales, sino que siempre respondieron a la idea de crear, en el futuro, un Museo privado, abierto al público general, para generar una actividad cultural para quienes visitaran su pueblo. En esta situación construimos una relación de cooperación y reciprocidad entre la familia Pereira y los integrantes del Proyecto Arqueológico Chaschuil-Abaucán (PACh-A). La información provista, especialmente referida a los lugares de proveniencia de las piezas que conforman la colección Pereira, u otras regaladas o vendidas por distintos pobladores locales, nos dan idea de que el área de Saujil se presenta como un ?espacio persistente? (sensu Schlanger 1992). Un espacio que habría sido habitado y reiteradamente modificado a lo largo del tiempo por comunidades diversas, ya que cuenta con registros prehispánicos de tiempos muy tempranos, alrededor del 500 a.C. (González y Sempé 1975), con los registrados y datados de la Colección Pereira que remiten al Período Tardío (ver más adelante), la instalación de encomiendas en el siglo XVII (Ratto y Boixádós 2012) y el emplazamiento del pueblo actual. En este marco, presentamos los contextos funerarios que pudieron ser re-construidos sobre la base de la información oral suministrada por el poblador que los intervino, Osvaldo Pereira, y también planteamos sus implicaciones tanto para la historia local como regional.
Basile, M. & Ratto, N. (2016). El aporte de las colecciones privadas al estudio de la arqueología regional: el caso de Saujil en la región de Fiambalá (Dpto. Tinogasta, Catamarca). Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología, 41(2), 423-430.