Las “industrias culturales” —a veces también llamadas “creativas”— parecen haber pluralizado, a partir de sus ingentes producciones, los sistemas culturales contemporáneos. Sus objetos pensados como textos se materializan y viajan entre diversos géneros, al tiempo que las funciones clásicas de los sistemas productivos se reformulan constantemente. Cuando los parámetros, en los ámbitos de producción, terminan siendo la creatividad y el mercado, los objetos culturales acaban configurándose como un bien mercantil con un claro sesgo ideológico. En este contexto, resulta propicio repensar los alcances y confines del objeto de las industrias culturales.
Fil: Alías, Benjamín. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.