Hipótesis de Trabajo: La recepción de la Revolución Rusa entre los militantes anarquistas argentinos (1917-1924) constituyó un desafío que el anarquismo local no pudo superar, colaborando así a su larga retracción. El proceso de reflexión en el anarquismo argentino estuvo determinado, al menos, por tres conjuntos de condiciones: las informaciones disponibles sobre Rusia, las características de los discursos y prácticas libertarias en Argentina, y las particularidades del contexto sociopolítico de la Primera Posguerra.
Objetivos: El objetivo central de este trabajo fue investigar las diferentes recepciones que tuvo la Revolución Rusa en los sectores militantes del anarquismo argentino entre 1917 y 1924. Se buscó explorar las formas en que esta revolución fue interpretada, apropiada o rechazada desde los discursos políticos y teóricos de las distintas corrientes libertarias. Esto implicó investigar y exponer el primer proceso de reflexión del anarquismo argentino sobre la Revolución Rusa y sus consecuencias en las perspectivas políticas y estrategias locales. El estudio se propuso poner de manifiesto las reformulaciones de las imágenes y conceptualizaciones sobre la transformación social a partir de la experiencia rusa.
Metodología: La investigación se centró en el análisis de los discursos libertarios que tuvieron por objeto la Revolución Rusa, utilizando como universo restringido las publicaciones y periódicos de la militancia ácrata. La aproximación metodológica descartó la idea de la "transparencia" de la Revolución para los contemporáneos. Se procedió a localizar los contrastes entre las concepciones de la revolución social que los grupos libertarios tenían antes de 1917 y sus lecturas de la revolución efectivamente sucedida. Se indagó cómo estas apreciaciones variaron en el transcurso del período 1917-1924 y cómo se vincularon con las cuestiones emergentes del contexto argentino y del mundo de la izquierda.
Conclusiones: La recepción de la Revolución Rusa se caracterizó por una búsqueda permanente de "avales" históricos en Rusia para validar las prácticas y discursos anarquistas. Inicialmente, la Revolución fue leída a través de un imaginario utópico y apocalíptico, viéndola como el inicio del "Ideal en marcha" y una ruptura epocal.
Se identificó un silencio sintomático en los escritos ácratas, pues rara vez se analizó el proceso revolucionario ruso en función de sus determinaciones específicas o alternativas. Las condenas posteriores al bolchevismo se basaron, frecuentemente, en la tradicional crítica al socialismo autoritario (marxismo).
La experiencia rusa exacerbó una crisis de identidad y del imaginario revolucionario anarquista.
1. Anarco-Bolcheviques: Esta corriente intentó la reformulación más significativa del ideario ácrata, buscando una síntesis entre el anarquismo y las "lecciones" de la Revolución Rusa (como el rol de la vanguardia y la necesidad de una etapa transicional, la "dictadura del proletariado"). Su esfuerzo por renovar el anarquismo quedó inacabado ante la consolidación del autoritarismo soviético y la resistencia interna.
2. Antorchistas y Protestistas: Estas corrientes, aunque en momentos distintos (los Antorchistas primero), rechazaron la Revolución por considerarla una "dictadura del partido" sobre el proletariado y una traición a los principios libertarios. Su crítica se orientó a reafirmar dogmáticamente los fundamentos ácratas, lo que limitó su capacidad de interpelar la nueva realidad sociopolítica argentina.
El impacto de la Revolución Rusa, sumado a los desafíos locales como la democratización y el nacionalismo, contribuyó a la contracción y marginación política del anarquismo argentino.
Fil: Pittaluga, Roberto. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.