Abstract:
La obra de la austríaca Elfriede Jelinek que pudo verse este año dirigida por Emilio García Wehbi y protagonizada por Maricel Álvarez es, en su aspecto más evidente, una ácida crítica a la invasión de Estados Unidos a Irak y del rol que los medios juegan en el conflicto, pero a partir de allí las acusaciones y los sentidos posibles a construir estallan en todas direcciones. Una obra en la que nada está claramente definido. En este trabajo analizamos cómo la puesta en escena construye desde sus distintos lenguajes una lógica de la indeterminación que reproduce y potencia algunos de los procedimientos utilizados en el texto dramático.