Las Neurociencias de la Ética ofrecen herramientas novedosas para abordar procesos sociales. Incorporar la percepción de las emociones como factor necesario en todo proceso cognitivo exitoso, requiere de los datos obtenidos por el neurofisiólogo Antonio Damasio. Su teoría sitúa la emergencia de la Mente humana en la “sensación del sí mismo” que otorga la corteza prefrontal para desplegar, recordar y organizar de modo voluntario las imágenes internas ancladas en la memoria. El “Marcador somático” remite a las marcas fisiológicas que toda experiencia deja en el cuerpo y permite anticipar la conducta efectiva para supervivencia. El concepto de retroalimentación emocional positiva permite sostener la Ética de los afectos de Spinoza, capaz de generar cambios sociales profundos a largo plazo.
Fil: Salvetti, Vivina Perla. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras
El concepto actual de redes neuronales guarda estrecha correspondencia con los Esquemas (schema) de Frederick Barlett, que definieron el carácter subjetivo y dinámico de la memoria donde las experiencias del pasado inciden de manera significativa en la atención de procesos perceptivos. La articulación de estos avances experimentales con las elaboraciones de Leo Vigotsky, permiten dar cuenta del Lenguaje oral, el Arte, la Escritura o el Cálculo como Esquemas interdependientes y herramientas cognitivas potencialmente transformadoras de la conducta individual y grupal.