El presente trabajo es un estudio sobre oralidad que surge desde el afán por identificar formas particulares de producción literaria en Ecuador y reivindicarlas como objeto estético. Esta preocupación nos ha permitido poner en debate el paradigma desde el cual se construye el canon literario en el mencionado país, mediante la reflexión acerca de las perspectivas de la crítica y la revalorización criterios acordes al contexto de producción de las literaturas de los pueblos indígeno-campesinos. El problema general de la investigación es la oralidad literaria en el contexto de los pueblos andinos quichuas del centro sur de Ecuador (la investigación de campo se desarrolló específicamente en San Martín Alto y Sablog Chico, comunidades kichwas de los cantones Colta y Guamote respectivamente, en la provincia de Chimborazo). La propuesta consiste en hacer una aproximación al espacio simbólico andino manifestado en el Jahuay en el contexto del canto ritual, y a través de esta aproximación poder poner en debate la construcción de una tradición literaria nacional que ha dejado al margen las manifestaciones particulares del espacio simbólico andino en función de afianzar la cultura dominante basada en una cultura escrita. En esta investigación se atienden ciertos aspectos que permiten abordar el problema de la oralidad y la escritura en el marco de la construcción de la tradición literaria en Ecuador. Entre estos aspectos están las manifestaciones de un espacio simbólico que ha prevalecido a lo largo de los siglos y que se ha seguido transmitiendo y reformando, afianzando así la identidad de las comunidades campesinas provenientes de los pueblos originarios de Ecuador. El caso de interés de esta investigación se centra en el Jahuay, el canto de la cosecha: un conjunto de coplas que en la actualidad se cantan durante el proceso de segado de trigo y cebada en las comunidades del centro sur de la región andina de Ecuador. En este marco geográfico, el quichua es el idioma materno; sin embargo, a partir de la colonización el español ha ido ocupando un lugar predominante en las formas de comunicación y educación, por lo que las coplas también han terminado incorporando el español.
Fil: Bonilla Vallejo, María Belén. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.